Con la llegada del otoño, no solo bajan las temperaturas, ¡el cabello también lo nota! Es habitual experimentar una mayor caída del pelo en esta época, y no es casualidad. Tras la exposición solar del verano, la fibra capilar puede debilitarse por los rayos UV, acumulando desgaste que provoca que más cabellos entren en la fase de caída al llegar el otoño. Además, la menor exposición a la luz solar influye en la producción de hormonas como la melatonina, lo que altera el ciclo natural del crecimiento capilar.
Este fenómeno, conocido como efluvio telógeno estacional, es común y temporal, aunque puede causar preocupación entre tus clientes si desconocen la causa que lo propicia. La caída suele empezar en octubre, por lo que es recomendable comenzar el tratamiento cuanto antes. Productos como SuperEnergy de Dikson, Reinforcing de Trikology, Scalpego Vitalizante de Alterego o Energizing de Nook son excelentes opciones para revitalizar el cabello con vitaminas y fuerza.
Sin embargo, es importante evaluar si la caída del cabello de un cliente está realmente relacionada con el cambio de estación. En promedio, una persona pierde alrededor de 100 cabellos diarios, cifra que aumenta en otoño. El problema surge cuando la pérdida de cabello es excesiva y se prolonga durante todo el año, lo que requiere un diagnóstico más profundo.
Causas más comunes de caída de pelo
Existen diversas causas que pueden contribuir a la caída del cabello, y no son pocas. Vamos allá con algunas de ellas.
- Alopecia androgénica. Aunque es una afección capilar que afecta principalmente a hombres, también puede presentarse en mujeres. Sus causas son principalmente genéticas y hormonales, ya que algunos folículos son sensibles a los andrógenos, lo que provoca su miniaturización y eventual desaparición si no se trata.
- Grasa capilar. Un exceso de grasa puede modificar las condiciones normales del cabello, y por lo tanto su oxigenación. Esta falta de oxígeno en la raíz del cabello puede ayudar a provocar su caída. Cuando la grasa se produce con exceso comienza a tapar los folículos pilosos y los cabellos tienden a caerse.
- Cambios hormonales. Factores como el embarazo, el parto, la menopausia y problemas de tiroides pueden causar pérdida temporal o permanente de cabello.
- Estrés. Situaciones estresantes o traumáticas pueden resultar en una caída temporal del cabello.
- Dieta y nutrición. La falta de nutrientes esenciales como hierro, biotina, proteínas y zinc puede llevar a la pérdida de cabello.
- Enfermedades autoinmunitarias. La alopecia areata es un trastorno en el que el sistema inmunológico ataca los folículos pilosos, resultando en pérdida de cabello.
- Tratamientos capilares. El uso excesivo de productos químicos y herramientas de calor puede dañar el cabello y provocar su caída.
- Infecciones del cuero cabelludo. Infecciones como la tiña del cuero cabelludo pueden causar pérdida de cabello.
- Envejecimiento. Con la edad, es natural que el cabello se afine.
- Tirones constantes. Peinados que ejercen tensión constante sobre el cabello, como trenzas ajustadas o colas de caballo, pueden provocar alopecia por tracción.
- Trastornos de la piel. Condiciones como la psoriasis y la dermatitis seborreica afectan el cuero cabelludo y pueden contribuir a la pérdida de cabello.
Existen diversas causas que pueden contribuir a la caída del cabello, y no son pocas. Vamos allá con algunas de ellas.
La importancia de un diagnóstico correcto
Seguramente habrás oído a más de un cliente decir: «Los champús anticaída no me funcionan». Y es que, ¿cómo puede un champú anticaída solucionar el problema sin antes identificar el trasfondo de la causa?
Por eso, es esencial realizar un diagnóstico capilar adecuado. La forma más precisa de hacerlo es a través de una microcámara que permite analizar en detalle las condiciones del cuero cabelludo, el cabello, los folículos capilares y la piel. Este análisis en profundidad permite detectar problemas capilares que suelen pasar desapercibidos o confundirse con otras afecciones, para poder así diseñar un plan de tratamiento capilar completamente personalizado. Esto garantiza resultados más efectivos a largo plazo y una mejor salud capilar en general.
Cómo tratar la caída de pelo
Con un diagnóstico adecuado, se puede frenar la caída del cabello con el tratamiento correcto. Un champú fortalecedor puede ser suficiente en algunos casos, pero cuando hay problemas subyacentes, es necesario combinarlos con productos específicos. Por ejemplo, para la caída relacionada con exceso de grasa, se recomienda el champú SuperBalance y las ampollas SuperEnergy de Dikson. En casos de alopecia androgénica, las líneas Tratamiento Shock de Voltage y Tricositol de Kyara Lambert son efectivas. Además, el uso de factores de crecimiento biológico como el FCC, aplicado con dermapen, puede potenciar los resultados. La constancia en los tratamientos es clave para obtener resultados duraderos.
Como profesional de la peluquería, es esencial que sepas diagnosticar correctamente las causas de la caída del cabello y recomendar los tratamientos adecuados para cada caso. Si tienes dudas, recuerda que en GIPYS Promarket no solo somos distribuidores, sino que ofrecemos un servicio integral. Este servicio 360 incluye asesoramiento sobre productos, formación técnica para que puedas aplicarlos correctamente y formación comercial para que puedas recomendar el producto ideal a tus clientes, permitiendo que continúen sus tratamientos en casa y obtengan mejores resultados.