Comienza septiembre y, con él, llega la temida vuelta a la rutina. Muchas personas aprovechan para poner a punto su pelo tras el exceso de sol, agua salada y cloro propios del verano. Por ello es habitual que los centros de peluquería se llenen en estas fechas para recuperar el cabello dañado.
Según el estado en el que se encuentre el pelo, podemos distinguir entre tratamientos de hidratación, recuperación y reconstrucción. Sin embargo, parece que no siempre está claro en qué consiste exactamente uno y otro, llegando incluso a confundirse y considerándolos sinónimos. Por ello, en esta entrada, te explicamos cómo diferenciar entre estos términos para que puedas elegir el tratamiento adecuado para tus clientas según las necesidades de su pelo.
Hidratación del cabello
La hidratación capilar se enfoca en reponer el agua del cabello, siendo el tratamiento más suave y externo disponible. Es ideal para cabellos levemente opacos y resecos, especialmente después de la exposición al sol durante el verano. Ingredientes como D-Panthenol, glicerina, vitaminas, derivados del azúcar como la sacarosa y extractos de plantas como el aloe vera son comunes en estos productos.
El resultado de una buena hidratación es un cabello suave, liviano y fácil de peinar. Las líneas Caviar de Dikson y Nirvel Tsubaki son ideales si te lo que tus clientas necesitan es hidratar su cabello, ya que transforman el cabello frágil, cansado y envejecido en un cabello radiante.
Reparación capilar
La reparación capilar se centra en reponer los nutrientes grasos o lípidos del pelo, esenciales para manejar problemas como la porosidad, el exceso de volumen y el frizz, que pueden intensificarse después de meses de sol y playa. Aceites como el de argán, coco, oliva, derivados del trigo y mantecas son componentes habituales en productos para este fin.
Un tratamiento adecuado de reparación proporciona un cabello brillante, con peso y flexibilidad. Sin embargo, es importante no exagerar, ya que el exceso de estos productos puede hacer que el cabello luzca pesado o grasoso.
Al tratarse de un tratamiento un poco más profundo, recomendamos utilizar Oxygold y Laminar de Dikson como complementos a la rutina habitual que suelas utilizar en tu centro.
Reconstrucción del cabello
La reconstrucción capilar es el tratamiento más profundo y se dirige a reestructurar las hebras capilares desde el interior, dándoles resistencia y fuerza. Los tratamientos reconstructivos son esenciales para recuperar el pelo después del verano, cuando el cabello ha estado expuesto a daños por el sol, el cloro y el agua salada. Ingredientes como la keratina, colágeno, creatina y cisteína son fundamentales en estos productos.
Los tratamientos reconstructivos deben aplicarse de manera planificada y por expertos, ya que un exceso de proteínas puede hacer que el cabello se vuelva rígido y quebradizo. El resultado de una reconstrucción bien realizada es un cabello elástico y resistente, capaz de estirarse levemente cuando está húmedo y volver a su estado normal sin romperse.
Hasta ahora, los tratamientos más utilizados eran los Plex. Pero el nuevo Voltage con aceite de marula une la tecnología Plex y la K18 para lograr una reconstrucción más profunda. Esta opción es perfecta si lo que necesitas es reparar un pelo muy estropeado, ya que lubrica y protege la cutícula.
La importancia de diferenciar los tratamientos capilares
Saber distinguir entre estos tratamientos es crucial para identificar si el cabello de tu clienta necesita hidratación, reparación o reconstrucción. De esta forma podrás elegir el tratamiento correcto y obtener mejores resultados.